El pasado 15 de octubre del 2017,
Papa Francisco convocó una Asamblea Sinodal Especial sobre la Panamazonía,
indicando que el principal objetivo es “encontrar nuevos caminos para la
evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, sobre todo de los
indígenas, muchas veces olvidados y sin una perspectiva de un futuro sereno,
también por la causa de la crisis de la foresta amazónica, pulmón de
fundamental importancia para nuestro planeta”.
El Sínodo Amazónico es un grande
proyecto eclesial, cívico y ecológico que mira a superar los confines y
redefinir las líneas pastorales, adecuándolas a los tiempos contemporáneos. La
Panamazonía está formada por nueve países: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador,
Perú, Venezuela, Suriname, Guayana y Guayana Francesa, se trata de una región
que es una importante fuente de oxígeno para toda la tierra, donde se
concentran más de un tercio de las reservas forestales primarias del mundo. Es
una de las mayores reservas de biodiversidad del planeta, conteniendo el 20%
del agua dulce no congelada.
La primera vez que el Papa tocó
territorio amazónico (en Perú) el 19 de enero del 2018, expresó su preocupación
por los indígenas afirmando: “Probablemente, los pueblos originarios
amazónicos, nunca estuvieron tan amenazados como ahora. La Amazonía es una
tierra disputada desde varios frentes”. En esa ocasión
inauguró oficialmente la preparación para el evento que tendrá lugar en
octubre del 2019.
La población de este vasto
territorio es de cerca de 34 millones de habitantes, de los cuales
más de tres millones son indígenas, pertenecientes a más de 390 grupos étnicos.
Pueblos y culturas de todos los tipos como los afrodescendientes, campesinos,
colonos, que viven en una relación vital con la vegetación e con las aguas de
los ríos.
La Justicia Social y los derechos
de estos pueblos son una indicación prioritaria para el Papa Francisco que
reiteró: “El problema esencia es cómo reconciliar el derecho al desarrollo,
incluso social y cultural, con la tutela de las características propias de los
indígenas y de sus territorios”. (III Fórum de los Pueblos Indígenas, el 15 de febrero del 2017)
Aunque la temática se refiera a
una región específica, como la Panamazonía, las reflexiones propuestas van más
allá del territorio geográfico, pues abarcan toda la Iglesia y se refieren al
futuro del planeta.
Según el Documento Preparatorio
(n. 12) “la Asamblea Especial para la Panamazonía está llamada a encontrar
nuevos caminos para hacer crecer el rostro amazónico de la Iglesia y también
para responder a las situaciones de injusticia de la región”.